Fisk

Helen Tudor-Fisk es una abogada de contratos que no es buena con la gente. Cuando su vida personal y profesional implosionan espectacularmente en Sidney, Helen huye a su casa en Melbourne y acepta un trabajo en Gruber & Gruber, un pequeño bufete suburbano especializado en testamentos y sucesiones. Helen es contratada para sustituir a Roz Gruber, una abogada recientemente suspendida que se ha autodesignado temporalmente como directora de la oficina. Al no poder atender a los clientes, Roz no tiene otra cosa que hacer que meterse en los asuntos de Helen. Ray Gruber, el hermano de Roz, contrató a Helen en un arrebato de pereza porque no podía "molestarse en entrevistar a más gente", pero también porque Helen es una "señora madura" que ha demostrado ser la opción preferida para los clientes que están de duelo. Con la ayuda del extravagante secretario de sucesiones, George, Helen intenta encontrar su lugar en el desordenado mundo de las sucesiones, donde los clientes están en su punto más irracional y nunca es tan simple como dividir el dinero.